Historia bonita la de esta barriada, como sacada de un cuento: todo empezó con unos labradores que trabajaban en la Era, donde por circunstancias del destino, en tierras cercanas del Cortijo de Guadacorte, construyeron unas chozas, llenos de ilusión querían hacerse un hogar para albergar a sus familias.

Alrededor de estas chozas, echaban sus ratitos en unas pequeñas huertas, después de los quehaceres en la citada era, llegaron estas huertas a ser de las más famosas y fructíferas de la zona. Pasaba el tiempo y las familias crecían y los hijos se casaban y se acomodaban junto a las chozas de sus padres, siguiendo con la tradición de labradores de sus antecesores.

Y siguió pasando el tiempo y esas chozas junto a la de sus hijos y la de los nietos, se convirtieron en pequeños cortijos familiares dando lugar a un bonito núcleo de población que en sus orígenes se llamó El Rodeo, y con el tiempo se denominaría Los Cortijillos. Llegó la era moderna y se le dio saneamiento, agua, luz…y estas chozas se convirtieron en lindas casas, que adornan este bonito rincón de la Villa de Los Barrios.